El petróleo, o crudo, es una sustancia compuesta por hidrocarburos -cadenas de átomos de hidrógeno y carbono- que suministra energía y puede ser transformado en varios productos petroquímicos. Gran parte del petróleo del mundo empezó como materia orgánica de antiguos mares, humedales y bosques, que quedó enterrada bajo sedimentos más rápido de la velocidad a la que podía descomponerse. A profundidades de entre 7.650 y 15.000 pies, el calor y la presión lo convirtieron lentamente en petróleo.
Posteriormente, el petróleo se acumuló en areniscas o calizas porosas con una capa impermeable, como pizarra o sal, que impedían que se escapara. El petróleo que se escapa suele ser transformado en alquitrán por bacterias y aguas subterráneas