El bacalao es un pescado que desempeña un papel importante en la cocina de varios países, especialmente en Portugal, donde se considera un icono nacional. Hay varias especies de bacalao, pero las más conocidas y utilizadas en la cocina son el Gadus morhua, del Atlántico Norte, y el Gadus macrocephalus, del Pacífico. Una característica notable de este pescado es su capacidad de ser conservado mediante secado y salado, una técnica antigua que permite su conservación y transporte a largas distancias.
En la cocina el bacalao es increíblemente versátil, pudiendo ser preparado de cientos de formas diferentes. En Portugal se dice que hay más de mil recetas para cocinar el bacalao: una para cada día del año. Entre las preparaciones más famosas están el Bacalhau à Brás (con huevos revueltos, patatas paja y cebolla), Bacalhau com Natas (bacalao desmenuzado cocido con crema de leche) y el Bacalhau à Gomes de Sá (con patatas, cebollas, huevos cocidos y aceitunas). Cada receta ofrece una combinación única de sabores y texturas, demostrando la versatilidad y riqueza de este ingrediente.
Además de su relevancia en la cocina, el bacalao también tiene un papel destacado en los aspectos culturales e históricos de varias zonas. Su introducción en la dieta europea se remonta a la época de las grandes navegaciones, cuando la necesidad de alimentos que pudieran ser conservados durante períodos largos de tiempo sin refrigeración era esencial. Esta característica hizo del bacalao un recurso valioso para los marineros y exploradores. Hasta hoy, el bacalao se celebra en festivales y tradiciones, especialmente durante la Semana Santa y la Navidad, donde los platos a base de bacalao son protagonistas en muchas mesas de todo el mundo.